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jueves, 18 de noviembre de 2010

Todo viene y a la vez va

Todo biene y va.
La alegría de un momento, viene y entonces se va, la sonrisa al igual que aparece puede desaparecer y de hecho lo hace, el susurro de un amor viene y se va, pensamos algo que al rato no estamos de acuerdo con ello. Entonces, al parecer todo viene y va, nada se queda. Nada dura toda la vida, ni la felicidad, porque habrá momentos en la que no la tendramos, ni el amor, ni el llanto, ni el cariño de los de alrededor, ni siquiera los sentimientos. ¿Dónde irán los sentimientos? Hacia donde se dirigirán cuando se van de nosotros, cuando los dejamos de sentir, cuando se nos escapan y nos volvemos insensibles?. Y ¿Por qué nos hacemos insensibles? ¿Qué es lo que ocurre en nosotros? El sentimiento viene y va al igual que todo, pero todo esto nos deja marca, una alegría y después un disgusto nos avisa de que no todo es de color de rosas, y cuando todo lo vemos negro, el puntito de luz se encargada de avisarnos de que no todo es tan malo. Entonces eso marca, y¿ nos volvemos insensibles? No...o tal vez si, depende. A veces para vivir la vida de manera bonita hay que ser ingenuo, y cuesta ser ingenuo después de lo vivido, de lo aprendido, y...¿Para qué tenemos que aprender si hay que vivir la vida desde la ingenuidad para ser felices? ¿Por qué hay que dejar a veces el temor a volver a errar por poder vivir la vida de una manera mejor? Todo tan complicado, y a la vez tan sumamente fácil...

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