El ritmo no lo marcamos nosotros.

Las cosas no ocurren antes porque corras más...

No llegas antes porque adelantes el paso, ni porque cierres los ojos para no entretenerte por el camino, ni porque creas que por adelantar las agujas del reloj los segundos volarán...El tiempo tiene su tiempo, no se puede pisar sin dar importancia a cada una de ellas.

No debemos forzar las circunstancias, debemos ser nosotros, buscar dentro y sacar lo que sentimos, lo que realmente somos. Es entonces, cuando todo fluye, cuando todo pasa de forma suave, sin golpes bruscos, sin desequilibrios ni contradiciones.

El ritmo está marcado, acompañémoslo.

Saluda al pasado

No importa el día, la hora, el tiempo que hace fuera; si llueve, hace sol o truena de una forma increible, no importa si está a punto de dormir, o de levantar, si está sentada o de pie...no importa absolutamente nada, nada influye, ella está allí, ocupando un hueco en el tiempo, y el cual es ocupado en pensar en recordar en comenzar a querer algo nuevo, algo del presente, lo cual ya parecía imposible. La esperanza, la paciencia trae sus frutos. Aún recuerda las últimas lágrimas derramadas de dolor, y se mira ahora, y ve que algo hay dentro, que hay algo que le hace sonreir, pero a la vez entristece el alma. Otra vez vuelve a aflorar esa sensación de dependencia, esa necesidad de no encontrarse sola, en el pensar ¿si no se tiene qué sería? Parecía imposible decir adiós a la tormenta, es más, creía que nunca iba a salir el sol, y aunque de vez en cuando se veía alguna mañana un rayo de sol, siempre volvía a esonderse, pero ahora es realmente cuando puede ver el sol sin miedo a que desaparezca tras una nube. 

Sabe que puede mirar el pasado, sabe que aunque rebusque en su interior, no va a encontrar más amor , solo cenizas y el recuerdo del olvido. 

Hoy saluda al pasado con la mano, mientras con la otra sujeta al presente.

"Cuando algo se desvía de tu camino, no corras, no lo busques, no desvíes el tuyo por su búsqueda, porque era el momento en el que tenía que desaparecer. No fuerces las circunsancias" 
Se repetia una y otra vez.

Buenos días corazón

Querido corazón:

Nunca te he escrito pero no veo la razón por la que no hacerlo. 

Hemos pasado grandes momentos, unos enormes y otros pequeños que han ido quedando clavados en tí, en mí. Estoy al tanto de tu estado, conozco el sufrimiento por el que te he hecho pasar, y por el que tú me has hecho pasar. Tú has sido el culpable la mayoría de las veces de no dejarme actuar correctamente, no te has puesto ninguna de las veces de acuerdo con la cabeza. Me has llegado a volver loca, me has creado inseguridades, dudas, y todas terminaron con el sufrimiento como protagonistas. 

Muchas de las mañanas te ponía atención para cerciorarme de que aún seguía ahí, que no te habías ido, y que seguías latiendo con normalidad, y sí efectivamente, estabas herido pero no muerto. 

Conozco tu forma de hacer las cosas, conozco como te encanta hacerme perder la razón, y hacerme irracional. 

No quiero replicarte nada, solamente quería decirte que te cuides, que aunque yo te protejo, me puedes en ocasiones, y haces que caiga. Intenta ponerte de acuerdo con la cabeza, permítele escucharte. 

Se que seguirás acompañándome todo el camino, al igual que se que es imposible predecir como acabarás al final de él, pero sinceramente aún no lo quiero saber. 

Aunque hay momentos en los que sientes pinchazos, reconoce que ya no son puñaladas, y que has conseguido sanar la herida, pero como cualquier cicatriz, cuando hace mal tiempo, se resiente. 

Sigue adelante, aún quedan fuerzas para continuar.