Walk

Duros despertares, parpados que pesan toneladas, pies que creen que no tocarán el suelo y caeremos sobre él, cabeza que cuesta tenerla herguida...Nada parece ser fácil en algunos momentos, de hecho no lo es. Para algunos lo fácil es aburrido, mientras que para otros es la solución al día día. Cada uno somos un mundo, cada uno necesitamos ciertas cosas, unas coincidirán y otras serán totalmente complementarias, opuestas. Pero hay momentos en la vida a los que llegamos todos, antes o después, todo ser humano estudia el recorrido, comienza a coger un buen ritmo sobre sus pasos, opta por la confianza sobre el suelo por el cual camina, y entonces es cuando tropieza, cae y el tiempo se para. Pero curiosamente nadie queda herido para siempre, nadie queda sin levantarse, nadie llora eternamente. 

Vale la pena hacer grandes esfuerzos en momentos puntuales en la vida mientras que sean recompensados más tarde con pequeños detalles que alivian el dolor, que dan seguridad, confianza y valoración hacia nosotros.